"Creo que creo en lo que creo que no creo. Y creo que no creo en lo que creo que creo" Vicente Huidobro

sábado, 17 de diciembre de 2011

Por esas pequeñas distracciones...

La vida se puede transformar en algo mágico, ¿Saben? Ese camino rutinario, y aburrido, puede tornarse toda una aventura, algo totalmente nuevo qué descubrir. Todo está en esas pequeñas cosas, esos minúsculos gestos, olores y sabores, esas miradas taciturnas, ese humo extraño en las calles... cuando una quiere, todo puede ser especial.
Al comienzo del viaje, probablemente no prestemos atención. Estaremos ocupados hablando con nuestra acompañante, o vigilando al hermano menor, quizás resguardando la cartera de cualquier posible robo. Pero cuando se hace el silencio, y se empieza a caminar con tranquilidad, se pueden ver las cosas de un modo único, particular, como en cámara lenta, algo que es cosa de todos los días se vuelve importante de un momento a otro.
Ese gato a lo lejos, en el tejado, que te mira sin mirar a través de sus ojos oscuros, esos que no podés dejar de ver, al tiempo que observás su pelaje blanco, y su paso sigiloso por sobre el techo de la casa, como si esperara que nadie lo descubriera a pesar de que tú lo estás mirando. Y, cuando el árbol más próximo al hogar lo aparta de tu vista, de pronto sientes un aroma hermoso, y respirás profundamente para sentir esa preciosa sensación, ese aire húmedo, la brisa que anticipa la tormenta, y de pronto mirás el cielo, esas nubes grises, asombrosas nubes grises, que se amontonan en el fondo, hasta casi volverse negras. Y después mirás las baldosas. Estarán rotas, sí, pero ¿Qué historias esconderán? ¿Qué cuentos, que nunca serán contados? Quizás, aquí, en este mismo sitio, alguna vez alguien recibió su primer beso. O su primer flechazo, más importante aún. ¿Y qué habría ocurrido antes de que ese pedazo de cemento existiera? Sin duda, tierra. ¿Pasto también? ¿Y es que, no podía haber pasado por allí un conejo, con todo su esplendor, un pequeño mamífero corriendo sin cesar, apurado tal conejo blanco en el País de las Maravillas? 
Estos pensamientos, sin duda, no durarán más que unos pocos segundos, porque esas flores a tu izquierda, esa Santa Rita que asoma por las rejas de la casa más cercana, cuyos pétalos violáceos y pálidos se asemejan tanto a pedazos de papel... papel artesanal, quizás. Y ese aroma delicioso que desprenden, ese aroma único e incomprensible... Ah, pero la caminata es rápida, y solo queda un vestigio de recuerdo de aquella flor, pues aunque todo lo veas en cámara lenta, en realidad pasa a tu lado con rápidez, y solo queda doblar a la izquierda, cruzarte con las verdes hojas de un álamo negro, ¿Será uno realmente? Pues si no lo es se le parece. Y el humo de tabaco, del fumador que tienes al lado, ese humo que torna el aire en una materia imposible de respirar, para tí no existe, porque te has quedado viendo un par de ojos redondos. Redondos y verdes, de un verde esmeralda que jamás habías imaginado, y dentro de ellos un azul profundo y oscuro, pero no tan oscuro como el pelaje del pequeño gato negro. Y te acercas cautelosa, sin poder apartar la vista de esa mirada seria y curiosa, esa mirada de la que no puedes escapar porque muestra tanta sabiduría, tanto amor y, quizás, sufrimiento, esa mirada sabia que solo puedes entender al ver a estos felinos, esa que te recuerda lo que aprendiste sobre la caza de brujas. Muchas mujeres murieron pero, ¿Y los gatos? ¿Alguien contó a los gatos? Y los negros eran los peores... pero eso no importa. Se siguen mirando, y te vas agachando a medida que te acercas... y alguien lo espanta. Ha ido a la casa de un vecino y no podrás intercambiar miradas, no podrás acariciarlo y preguntarle qué es lo que le inquieta, así que ya está, sigues de largo. 
De pronto te vuelves a sentir liberada, y sientes ese olor a metal oxidado, sumergido en agua, algo típico de tormenta, o de cuando una se avecina, que te ataca según tu humor, pero como hoy estás bien, ese aroma es simplemente perfecto. Dan ganas de que la tormenta empiece en el instante, pero no lo hará.
Y en el paredón de una casa, uno que apenas supera tu altura, se encuentran dos gatos, uno oscuro y otro claro, con manchas en su pelaje, dos felinos corteses que no dejan de mirarte fijamente, con más interés que tú a ellos, como si te estuvieran juzgando, de algún modo, pero no incomoda, pues son amables y solo observan en silencio, con un aire superior pero bondadoso, y te preguntás si te los cruzarás de nuevo, quizás, en una ocasión en que puedas detenerte y oír su veredicto.
Entonces, respirás profundo, sonriéndoles antes de seguir, y antes de sentir ningún nuevo aroma ni nada, te lanzas a la calle vacía mientras sientes que el cielo se ha nublado, que está gris ahora, pero alegre, más alegre y placentero que nunca. Una picazón en la muñeca. Sabés que no es nada. Seguís caminando, sin poder prestar atención a otra cosa... ¿Y si es un insecto? Entonces alzás el brazo y no hay nada. Seguís, pero la picazón persiste. ¿Para qué aguantarse? Una mano sobre la otra, y problema solucionado. Ahora sí. Pero la picazón se trasladó a tu cuello, y se vuelve insoportable. Entonces deseás que comience a llover, porque cuando el agua caiga no te preocuparás por nada... pero no lo hace. Entonces sientes el aire de nuevo y todo acaba. Has llegado.
Y no puedes prestar atención a las cosas bonitas, porque ahora vas a estar ocupada, hay que hacer cosas, hay que hacer cosas... Mirá, ¿No es el gato negro que se te había escapado?

viernes, 18 de noviembre de 2011

Empezando a informarme

Bueno, pensaba de hablar de una experiencia que me ocurrió cuando iniciaba con esto del vegetarianismo... varias experiencias.

Resulta, que quería convencerme de dejar de consumir carnes, huevos, leche... ya me había empezado a informar, descargado música para animarme, leído tantas cosas sobre nutrición y tantas otras sobre experiencias y preguntas que la gente suele hacer (lo admito: esto es lo que más investigué xD Culpable de ser chismosa). Bueno, esas preguntas, algunas con algo de fundamento, otras puros mitos, etc., otras simples burlas o incluso bromas... Y esas frases que nunca en mi vida voy a olvidar... no fueron muchas, pero a medida que ocurran voy a ir actualizando :P

- La primera fue mi mamá, cuando no quise comer un sándwich de jamón y queso: "Mirá que el vegetarianismo no es una secta ni nada, podés comer jamón si querés" (admito que su intención fue buena, siempre me encantaron los sándwiches de jamón y queso y lo sabe bien... lo que no entendía es que era algo más moral, pero el caso es que me quedó este tema de la secta);

- "No vives de ensalada": Este fue, sin duda, el que más gracia me dio. En mi cumpleaños, mi hermanito menor empezó a cantarla especialmente para mí y me armaron una coreografía y toda la cosa... Fue la mejor frase, y todavía lo escucho cantar cuando lo recuerdo xD


Simplemente genial;
- "¿Y qué, la lechuga no siente?": Mi madrina. También lo dijo de buena onda, nos reímos las dos apenas lo dijo (justo ella hacía una ensalada), más que eso no hablamos sobre el tema, sabe que es una decisión mía y lo respeta (por suerte, toda mi familia);

- "Mmm... qué rica carne, ¿Querés?", "Hoy sabés que me encontré un conejo, no sabés lo rico que estaba...", "Tomá, ¿Querés un poco de pollo? Ah, cierto que sos vegetariana", y variadas: no hay mucho que decir... nunca dicho con maldad, pero esos comentarios (sobre todo de cierto primo) hechos SOLO para molestar... la primera vez que lo hizo lo ignoré, ahora le intento seguir la joda y no me sale jajaja;

- "Tus comidas son raras, y se ven horribles": La sinceridad de los chicos. Del productor de "No vives de ensalada" llega a los cines: "Los vegetarianos son raros" :D . Probó mis comidas en la época de prueba, pobre... pero le hice probar a mis primitos unas albóndigas vegetarianas, las miraron con asco, las comieron, y ¡Les encantó! Así que me da igual lo raro que parezca;
- "Las plantas también sienten": Profesora de BIOLOGÍA. Sí, de biología dije. Pero esa fue su primera parte, después siguió: ", un conocido cuando blablablabla me contó y yo hice la prueba, es verdad. Cuando rompés la rama de un árbol, hace un ruidito de que se quiebra, como un (no me sale el ruidito que hizo), eso es que le duele". Como me miraba a los ojos, dejé que se me enrojeciera la cara en lugar de reírme frente a ella... fue difícil, porque... bueno, es que me enteré de que el papel es un árbol que sigue vivo, porque cuando lo cortás hace ruido... y que nuestras casas están vivas, cuando se destruye un edificio duele mucho la demolición, hace mucho estruendo... eso es que está gritando el edificio, a su manera.  Quizás a alguien le parezca cruel la forma en que lo digo, pero una persona que enseña biología no me puede decir que el árbol siente porque su rama hace ruido... si me hubiera dicho: "Hay estudios que tratan de demostrarlo, sometieron a una planta a tratos distintos, de día maltrataban, la quemaban, le tiraban ácido y le cortaban las hojas con una tijera, siempre con un mismo tema de hard rock; y de noche la cuidaban, la regaban, y sanaban, reproduciendo música clásica. Luego de un tiempo, los estudios demostraron que cuando la planta sentía el roce de la tijera se contraía, y cuando no era así se relajaba, estaba más tranquila",  le hubiera dado cabida, porque hay estudios de este tipo... (sigo pensando que es un acto reflejo, pero da igual), pero que me diga que es porque hace ruido... en fin, lo extendí mucho.

- "Comepasto": Mi queridísimo compañero de clase. Observénse variantes como "Comehierbas" o "comelechuga". No hay mucho que decir.

- "Comé carne": Facebook, aula, recreos... alrededor de una semana riéndome con esto. Otro amoroso compañero con ganas de joder (y sin imaginación :D) que ojalá lea esto y se identifique.



Por ahora son los que recuerdo, si hay más seguro los agrego.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Había una vez... [Microrrelato]

Al final, había comprendido lo que era una vida. Había entendido lo que significaba. La había observado, quizás miedosa. La había sentido, en lo más profundo de su ser. La había odiado, con todas sus fuerzas. Había llorado, de tanta rabia que le tenía. Había intentado acabar con ella. Había sufrido. A punto ya de perderla, se había sonreído a sí misma. Pero, al verla morir, se sintió impotente, y supo que quedaría marcada de por vida.

sábado, 5 de noviembre de 2011

¿Y mi hermana?

¿De qué iba a hablar hoy? De mi hermana.
Me gusta llamarla hermana, pero lo cierto es que no hay nada más lejano a la realidad. No me refiero a una amiga, no me refiero a una persona que conocí hace poco, que vive conmigo o que me conoce mucho... Me refiero a mi ex-hermanastra. Y es que odio el término "hermanastra" porque los cuentos infantiles me han inculcado su maldad (maldad que no existe, suerte para mí), y me suena tremendamente mal. Y el "ex" no hay porqué explicarlo. Es algo que se sobreentiende, algo que ya pasó, que ya no está, que ya no es.
Es que, en realidad, hace demasiado tiempo que no tengo comunicación con ella. De casi 16 años, al menos siete hacen que no la veo más. Y ahora tengo nostalgia. Nostalgia, porque esa chica fue como mi hermana mayor, pero mi hermana real. Me acompañaba al ver películas, jugábamos juntas, hasta una vez compró un "atrapa-sueños" especialmente para mí, porque cuando me quedaba a dormir en su casa tenía pesadillas (pesadillas recurrentes, véase, otro capítulo de mi vida), y cuando estaba allí siempre era con ella... No sé, una a los cinco, seis años tiene alguna figura, algún ídolo o una heroína, supongo que esa era M. Y ahora, en plena adolescencia, vuelven los ídolos... y vuelve ella. Todavía no la volví a ver, todavía no volví a hablar con ella... pero un malentendido me hizo recordarla más que nunca, y pensar: ¿Qué pasó entre nosotras? Yo no recuerdo mucho de mi infancia, pero recuerdo que con ella era feliz, eso sí que lo recuerdo. Es que ella, en realidad, es la hija de una ex novia de mi padre, pero de cuándo él se había separado "de verdad" de mi mamá. Claro que luego se juntaron y actualmente está próximo el divorcio, pero eso no tiene nada que ver.
En fin, que me agarró esa nostalgia por esa etapa de mi infancia, y hasta estuve buscándola en Facebook. Para mi fortuna, una tía me comentó que la hermana la tenía agregada (tienen casi la misma edad, veintitantos, y se llevaban bastante bien) y entré a su perfil y la busqué. Mi problema al inicio era que no conocía ni su apellido, ni su segundo nombre ni... nada. Ayer me aceptó, y ahora estoy ansiosa cada vez que entro a Internet por ver si está conectada.
Tengo dependencias extrañas. Dependo de una persona que fue mucho para mí en mi infancia pero que ahora... ni siquiera la conozco para persona. Debo de estar loca. Entré a su muro y miré las últimas publicaciones, escuché los vídeos musicales que había colgado, la mayoría me gustaron. Después entré a mirar las fotos de modelos con distintos colores de cabello (ella es colorista), así como mezclados, desde una con el pelo claro y que de a poco se volvía más y más violeta hacia las puntas, hasta cabellos completamente fucsias y trenzas y peinados... bueno, para no irme del tema. En el primero de los vídeos que vi ya me emocioné (y para que yo me emocione...), y me puse re nerviosa y empecé a buscar en su información. ¿Y qué decía?: "Acerca de mí: Veggie". Creo que si viviera sola hubiera gritado, o cantado, o roto algo, tan solo de la emoción. La sentí como mi ídola, una de las personas que más estuvo conmigo en una parte realmente importante de mi infancia, además tenía mis mismos ideales, era como un ejemplo a seguir. Esto me hace acordar a un texto de 'Salud y adolescencia', donde habla de que el adolescente busca una figura a seguir, y todo eso... quizás ya era mi hora.
Por otro lado, me hace sentir triste. Tengo ganas de hablar con ella, de ver que es de su vida -y por supuesto que ella se entere de la mía -, de hablar sobre vegetarianismo. Es que es la segunda persona del grupo de familia y amigos (y la incluyo en el grupo familiar porque de hecho lo fue) con la que podría hablar seriamente del vegetarianismo, y la causa animal... la otra persona es una de mis tías, la que la tiene agregada también, que tuvo que dejarlo por cuestiones personales y me siento mal a veces al hablarlo con ella, porque le da miedo intentarlo de nuevo. Menos aún, ahora que está embarazada (no es que no se pueda, aclaro, pero ya tuvo problemas por no tomar suficientes precauciones).
Ya por lo que escribí, me siento una idiota, pero al menos me lo saco de encima, me libro de un peso más que me impedía seguir... Me queda mucho todavía, pero esto viene de hace rato, y recién ahora estalló. Y necesitaba escribirlo. Así que acá estoy. Intentando ser mi propia psicóloga, sin demasiado éxito y sin cobrar. ¡Saludos!

viernes, 4 de noviembre de 2011

Aprendiendo a jugar rol por foro

A ver... ¿Qué me pasó hoy? Bueno, no muchas cosas interesantes si alguien observa lo que hice... dibujos sin terminar, escritos que no me salen, poca inspiración y ver un documental que no puedo terminar porque se traba Internet. Nada de limpieza. Todo el día en la computadora, casi. Salir un par de horas con una amiga, distraerme en una tienda de animé con ella, quedarme hablando con los dueños del local. Volver y retornar al vicio que resulta ser "La Red". Cosas normales, que pueden pasar a cualquiera, que no tienen nada de extraño. Usar la computadora y, sin embargo, no tener nada que hacer en ella. Vagabundear a más no poder, comunicarse por este medio con alguna persona y esperar que responda de inmediato. Tratar de jugar rol por foro y que no me salga.
Rol por foro... empecé hace unos días, intentando que volviera mi inspiración... es como narrar una historia, pero solo desde el punto de vista del personaje que hayas creado (tengo que admitir, que hasta que logré crear el personaje y entender apenas la dinámica del juego, no solo pasaron unos cuantos días sino que estaba completamente pendiente de ello), y narrando solo las acciones de ese personaje. Es decir, puedes comenzar un tema diciendo: "Martina se sentía cansada. Caminó sin ganas un par de cuadras, mirando sin verdadero interés las vidrieras, hasta que llegó a una tienda de música. No quería entrar, porque sabía que intentaría comprar algo y no era la idea, pero se quedó observando los instrumentos, maravillada. Una brisa fría la obligó a colocarse correctamente su bufanda y a ajustar el cuello de su saco negro. Sus cabellos rubios revoloteaban con el viento, pero no le importaba. Miraba el bajo negro que estaba frente a ella, tras el vidrio, casi asombrada. Hacía mucho que no tocaba un bajo. Literalmente"; y entonces se publica eso, hipotéticamente. Si escribiera uno mismo la historia, haría que se cruzara con otro personaje e interactuaran... (suponiendo que sea un relato con más de un personaje), pero en un rol por foro no. En un rol, directamente, no se hace eso. Supongamos que al rato alguien responde, hablando desde la perspectiva de su propio personaje, por supuesto. Entonces: "Daniel dejó a la pequeña en la guardería y comenzó a caminar. Debía ir al trabajo, pero aún tenía media hora para vagar por las calles. Cruzó, esquivando los autos que iban lentos por culpa del tráfico, y caminó media cuadra hasta llegar a la tienda de música. Le encantaba pasearse por ahí. Soñaba con comprarse una batería, pero aún no tenía dinero suficiente. Debía utilizar su dinero para otro tipo de cosas, por ahora. Pero iba ahorrando lentamente un pequeño fondo especialmente para su regalo personal. Estaba por entrar, cuando observó a una mujer que miraba fijamente uno de los instrumentos. No pudo estar seguro de cuál, había dos frente a ella, un fodera negro, y un fender color rojo. Daba igual, el hecho era que la rubia parecía estar realmente entretenida observando la vidriera, como si fueran cosas que anhelara y que no creía poder conseguir. O tal vez eso era solo lo que le ocurría a él. - ¿Puedo ayudarte en algo? -preguntó, observando su rostro reflejado en el cristal". Y así seguiría, quién interprete a Martina se dará vuelta o no, responderá o se irá de la escena, o simplemente lo ignorará. Luego el personaje de Daniel actuará en consecuencia.
Bien, esto era lo que me atraía de los foros, una puede describir cualquier escena que se le ocurra, y no hay razón para frustrarse demasiado porque no se le ocurre nada, porque solo actúa según lo que la otra persona haya narrado, y entonces ayuda con eso. Además, por la forma de narrar.  Cuanto más se lee y escribe mejor una se expresa. ¿Y qué si es por Internet? Con un mínimo de conocimiento, y un tiempo interactuando con las mismas personas, una se da cuenta en quién fijarse.
Incluso, es gracioso, pero la red ayuda a conocer formas de hablar en otros países, o provincias, se aprenden cosas nuevas constantemente. Si una gustara de interpretar a un mexicano, un español, incluso un japonés que está aprendiendo español... es mucho más fácil aprenderlo desde la fuente, los modos de comunicarse según la zona, y según con quién...
Claro que, todo esto, tiene su lado negativo. Así como el ver series en inglés me provoca pensar (y casi decir, o escribir) ciertas palabras o frases únicamente en inglés -es molesto que, cada vez que alguien dice "dinero en efectivo" y tengo que escribirlo, me apetezca escribir "cash" y me frustre el no poder/deber hacerlo -; el leer expresiones de otros países muy seguido me induzca a utilizarlas en conversaciones, o al escribir. A veces cuando hablaba con amigas, de pronto decía "¡Joder!", y se reían, o me miraban raro... y claro, es que no soy de España, por mucho que me agrade el país. O cuando escribo, que no me gusta tratar de "vos" a nadie, y me cuesta mucho, sobre todo en los relatos (esto no sé si es por Internet, o si los libros que siempre están traducidos en español de España también han influenciado). En fin, se pierde un poco la cultura, si un mexicano de repente dijera, con sarcasmo y entre risas "No, manzana", yo creo que le mirarían raro.
No sé, otra vez me pasé de un tema a otro y no hablé de lo que realmente quería hablar... será para otro día, supongo que primero van las nimiedades básicas. ¡Saludos!

jueves, 3 de noviembre de 2011

¿Diario de una hipócrita? O desvaríos...

Ahora sí me voy a poner las pilas. Ya no para que alguien lo lea, me da igual si lo leen o no. Tengo tantas cosas en la cabeza y no me las puedo sacar de encima... Espero con esto poder descargar un poco, porque estoy a veces rindiendo al 300% se podría decir... está bien, exagero, pero últimamente estoy de mal a peor. Y no solo yo. A mi alrededor hay cientos, miles, millones de personas igual o peor que yo, quizás mejor que yo, pero todas con sus problemas... No suelo ser extrovertida, las únicas que saben como me siento son mis amigas, pero yo no hago más que comentarios sobre lo que me pasa... antes no me gustaba sacar las cosas a la luz, pero ahora que quiero hacerlo me cuesta porque todo el mundo me conoce así, callada, hablando en voz baja, contando poco y escuchando mucho. Y cuando digo algo lo tengo que repetir mil y una vez, porque no me sale hablar en tonos altos. Y cansa. Mucho. Además, a veces me siento egoísta tratando de hablar de mis problemas cuando mi amiga tiene uno mucho mayor... así que lo resumo lo mejor que puedo, escucho al otro/otra y trato de ayudar en lo que pueda. Mis situaciones personales van luego.
No creo tener una baja autoestima, sin embargo suelo sorprenderme observando en el espejo algún que otro defecto, criticando mi forma de ser o simplemente deseando algo más. Justo yo, que finjo que no me importa demasiado la estética, y que me muestro superada (no orgullosa, superada. Son dos cosas distintas), y hago como que todo va bien y quizás una que otra vez voy a todos lados con cara de culo, porque me siento mal, quizás no tan mal como otras veces, pero un problema tan minúsculo como puede ser "no me entra el jean que me regalaron, y no encuentro el ticket" (aunque esto nunca me pasó realmente, es solo un ejemplo), me pone de mal humor, porque no tengo ganas de subirme el ánimo, y de joder y demás... En esos momentos me vuelvo antisocial. Eso me ocurría seguido el año anterior, y eso que tenía aún menos de la mitad de los problemas que tengo ahora.
Tampoco es que se me de bien expresarme. Sí, acá, escribiendo, puedo decir millones de palabras, puedo sacarme un gran peso de encima, porque no hay más límite que el del vocabulario mismo, y escribiendo se puede decir cosas que hablando no se dicen. Acá puedo hablarle a alguien y decirle "tú", en lugar de "vos", si quiero, o viceversa, puedo hablar con propiedad si quiero y sino mandar al carajo a todo el mundo, uso las comas correspondientes, cuido cada palabra que digo y sigo mis impulsos con cuidados. En la vida real, el impulso es eso, un impulso, y se dice lo que se dice, en el momento en que se dice. Se dice lo que se piensa, a veces, pero no es lo mismo. Aquí puedo hacer comentarios sobre diez mil cosas distintas, con distintas personas sin que nadie juzgue, y si juzgan no me afecta demasiado, pues no son personas que vea en mi vida diaria. No es que no me afecte, tampoco. Cuando me critican algo mío primero no me importa y después le doy vueltas... incluso aunque sepa que tengo la razón, aunque haya informes que me avalen y demás. Cuando me hacen un comentario sobre algo que dije, a veces creo que esa persona pudo ser afectada negativamente por lo que le dije. Lo trato de remendar, y admito que le doy más vueltas todavía. "Y si hubiera dicho esto, o aquello, o quizás mejor no decir nada... 'Calladita me veo más bonita'". Y después resulta que la persona me trata como si nada, y yo pensando si le hice algo.
Pero verán, en Internet se puede decir de todo, pero no deja de ser un medio frío. Una coma que falte, un "xD", o "¬¬", o un "(?" que falte en un texto dirigido directamente a otra persona... puede hacer creer cualquier cosa. No es lo mismo escribir "Sos un estúpido", que escribir "Sos un estúpido xD". En la vida real no es necesario decirlo, nuestros gestos delatan nuestra broma, lo que queremos decir realmente, el significado oculto (y no tan oculto) en nuestras palabras, por lo general la mayoría entiende estos 'códigos', y suelen depender de que relación se lleve (nunca, pero nunca jamás le diría a un profesor con el que tengo nota baja: "Dale, subime la nota, tarado, si sabés que lo intenté!". El tarado está de más, ¿No?
Me desvié un poco, mucho, pero no me importa. había dicho que me sorprendía a mí misma criticándome. Es cierto. Me declaro en contra de la sociedad consumista y acá estoy, utilizando una computadora, con una impresora HP, unos parlantes de calidad, unos cuantos libros que no necesito en absoluto, un celular de última generación (no será de los más caros pero vale un precio importante). Me declaro en contra de la estética pero no por eso dejo de arreglarme (en la medida que mi cabello me deje), o de estar en contra de usar mucho maquillaje y en mi último cumpleaños tremenda máscara, con un poco de todo.
Después, que me declaro en contra de los prejuicios y generalizaciones, sobre todo los impuestos sobre la sociedad, del estilo: "Todos los homosexuales son putos" (respecto a los prejuicios, hay tantos y tan variados, que ya son impuestos por los grupos sociales más que la sociedad en sí, como "Fulano de tal es x cosa"; recomiendo escuchar y analizar el tema "Osvaldo" del grupo musical Árbol). O esa aberración hacia la sexualidad del resto, esa homofobia que en pleno siglo XXI pareciera crecer más y más...
Y yo misma me muestro "homofóbica" a veces. No es que lo sea. Pero es algo tan impuesto en la sociedad, tan inculcado en nosotras/nosotros... que de pronto veo una foto de una mina, y pienso "Maaamita, que linda que estás", y otro pensamiento se superpone sobre ese, "Ah, qué decía", junto con un intento de risa mental para denotar que no lo decía en serio. Pero el primero fue el pensamiento primario, fue lo que pensé realmente, y lo otro es como la vocecita en mi cabeza, en lugar de tener un "Pepe Grillo", tengo un "Sociedad" que está presente en todo momento.
Hay tantas cosas de las que quisiera hablar... pero siento que escribí demasiado, me desvié mucho y ya no recuerdo la idea principal de esta entrada. Supongo que mañana me quitaré de encima el "Rollo" que tengo en lo que respecta a mi infancia. Quien quiera leer bienvenido/a sea, en este momento no me interesa.

lunes, 25 de julio de 2011

Lluvia, bendita lluvia.

Bueno, antes de empezar, para los que no saben en este mismo momento (quizás hace unos minutos, hace unas ohras, o hace unos días) está lloviendo en ciudad hipócrita, dentro de Buenos Aires. Estamos en pleno invierno, vacaciones de invierno, y está lloviendo como si fuera verano. Una de esas increíbles lluvias veraniegas, donde el cielo está claro, y se siente un rico sabor en el aire, y un aroma a humedad que me devuelve a los recuerdos de mi infancia.
Siempre me encantó la lluvia. Desde la más fuerte, oscura y fría hasta la llovizna más leve, cálida y clara. Esta, por supuesto, no sería la excepción.
Es una de esas lluvias que te hacen recordar, una de esas con las que decís: Si fue en una lluvia como esta que me escondí bajo mi cama inflable en la pileta, en una lluvia como esta jugamos a que estábamos en el océano, en una lluvia como esta me quedé más de 10 minutos bailando, cantando bajo el cielo claro. Con ese olor a verano... con esa sensación de que el tiempo pasa.
Y viene la nostalgia. Porque una no está igual ahora ue hace dos años, que hace cinco, que hace diez... Siempre se cambia. Constantemente. Las cosas no son las mismas a medida que se pierde la inocencia. A medida que una crece, vamos. Un día todo es "color de rosas" como dicen por ahí... Pero luego se descubren cosas... Y se empieza a pensar. No es que antes no se pensara. Pero los pensamientos eran más inconscientes, menos filosóficos (y lo digo yo, que cuestionaba todo con una especie de filosofía interna...), más inocentes. Y las cosas, las cosas maravillaban más. Y hay quien dice que antes todo era mejor, la economía, el sistema, el gobierno (¿El gobierno? Por ese lado sí que estoy perdida...), la educación. Que los chicos estaban más controlados, que las calles eran más seguras. Yo no sé si sea así. Hay quién dice, que estamos involucionando. Bueno, yo no estoy segura de que lado estoy. Creo que soy el punto intermedio. Hay quienes evolucionan, así como hay personas que involucionan. Cada una a su manera, a su ritmo, levántandose o no tras una caída, tras un tropezón.
Pero a lo que iba. lo que hace una simple lluvia. Lluvia de verano en pleno invierno. Será raro. Muy raro. Pero a mí me hizo bien.

miércoles, 20 de julio de 2011

eso, nada.

Lo del título. Parece que la cosa no progresa y cuando digo: En uno, o dos días vuelvo, tardo más que nunca. Pero así es mi vida, un quilombo. Total, que lo único que hago es todo menos la tarea. Sí, tarea en vacaciones. Y aunque sea de la materia que me gusta, hasta que me ponga a hacerla... Ojo, que una vez que empiezo me empieza a agradar, me puse ayer con los primeros puntos y en lugar de fotocopiar una imagen me la pasé dibujando... horas productivas: 0. Horas que pasé dibujando: 2.
Y podría haber seguido, pero como era el cumple de D. me fui para su casa a la tarde... que ella no quería que fuera temprano porque quería cambiarse (o porque no quería tanta gente en la casa...).
En fin, son vacaciones, con o sin tarea. Y con un día extra por las previas (Oh, yeah!!). ¿Y qué hago en las vacaciones? Normalmente nada. Bah, escribir debe ser hacer algo, pero en mi caso... las historias sin concluir no me parecen algo importante. Sin embargo cuando empiezo, no paro (en un solo sentido, por favor...). Quizás un día de estos publico alguna... o la primera parte. Porque soy capaz de extenderla hasta el infinito... y más allá! jaja. Este año estoy con todas las pilas, y tratamos de salir un poco con mis amigas. Al menos la primera semana. El domingo es el último día y después, fulltime con los trabajos. Además de eso, un poco lo de siempre. Escribir... Dibujar... Comer congelados para no tener que cocinar (y cuando se me acaben las reservas, que alguien me salve!)... Intentar dibujar animé (esto último no lo hice todavía, pero quiero hacerlo, cada vez me gusta más)... Ver animés (vamos, que así se empieza; ya estoy descargando una que me había gustado: Vampire Knight)... Y nada, usar la compu y ver la tele. Que ver la tele, cada vez menos.
Me despido, gente, persona, mujer hombre o niño que esté leyendo esto (o no). Por cierto, ¡Feliz día de la amistad! (del amigo, de la amiga, como le quieran llamar).

martes, 12 de julio de 2011

Despues del receso, empezar de nuevo.

Bueno, para quien no sabe yo empecé el blog con el objetivo de durar bastante, cosa de poder tomar alguna responsabilidad... aparentemente no funcionó. No del todo, al menos.
Igual, es mi deber decirlo, no fue del todo mi culpa... la computadora se rompe, internet se corta... ir a un ciber? Por tres pesos o mas la hora no, gracias. Usar el celular? Lo admito, podría haberlo hecho... pero los celulares táctiles... me costo un huevo( eso que no tengo) aprender a usarlos, sobre todo la parte de escribir... pero acaba estoy.
Ni pprimeto nada, porque yo para promesas... pero mañana o pasado empiezo. Saludos a todas.

Pe. Decidi usar femeninos y masculinos para generalizar, indistintamente, porque eso de las e... y con otra letra parecerían un idioma distinto.

sábado, 16 de abril de 2011

De la oruga premonitoria

La cosa es así. Esto fue entre fines del año pasado y principios del corriente. No recuerdo la fecha exacta. Era cerca de alguna fiesta, o navidad o año nuevo. ¿O fue a principios de marzo?

Me había acostado para dormir, y había estado alrededor de cinco minutos acostada, sin poder parar de pensar, y por tanto sin lograr dormirme. Que digo, lo normal.
Si no me equivoco no había nadie en la casa... Y si había alguien estaba dormido, o dormida.
Al lo que voy. Al momento, yo dormía en una "habitación" sin puertas ni nada, que va, un pasillito sin terminar en donde fue a parar mi cama. Los juguetes de hipocritahermanito (El más chiquito, de dos años y pico) estaban en su cajita (Una de plástico, color verde). Entre ellos estaba la oruga.
Yo no les presté atención. Solo intentaba dormir. La oruga, el juguete que fue maldito por una noche, había estado en esos días casi sin andar, ya no le quedaban baterías. Supuestamente debía estar apagado.
Van cinco minutos desde que me he acostado a dormir, oscuridad total, silencio total.
"Vamos a... "
Me quedé unos segundos pensando. Recordé que la oruga de hipocritahermanito decía, según que botones presionabas: "Vamos a aprender los números", o "Vamos a aprender las formas"; luego presionabas una forma o un número (Tres de cada una/o) y lo decía en voz alta. Típica voz "achicada", como yo le digo. En fin, que me pareció raro. Se suponía que no andaba. Y se suponía que no andaba solo.
"Bah, quizás se presionó algún botón, y la oruga todavía estaba encendida", pensé. Me senté en la cama y la miré. No hizo nada. "O quizás fue mi imaginación. Están todos dormidos y estás intentando dormir en una oscuridad total, mientras pensás en cualquier cosa con tal de no dormir..." (Entonces, sí estaba mi familia dormida).
Me volví a acostar, e intenté dormir. Una parte de mí quizás pensó en la oruga. No lo recuerdo. Pero luego mi mente divagó por otras cuestiones sin importancia, aún sin dejarme dormir.
"Vamos a..."
Me levanté de inmediato, para ver a la oruga. Creo haber llegado a ver un destello de su luz, mientras terminaba de hablar. Una luz roja y apagada, que daba cuenta obvia de que le quedaba poca batería.
Me quedé mirándola. "Vamos, habla, habla. Quiero verte, ¿Qué carajo querés decir?". Sí, si lo hubiera dicho en voz alta hubiera quedado como loca... Bien. Ahora que lo pienso, el solo pensar en eso y además escribirlo, me hace parecer una loca. Y lo soy. Pero creo (En parte) en muchas cosas, los espíritus por ejemplo. Y las premoniciones, he tenido muchas hasta el día de la fecha... Y en ese momento esa idea me pasaba por la mente. "Vamos... Que tengo sueño, no tengo todo el día." Esto, creo que directamente lo dije en voz alta. No me iba a escuchar nadie... (Ahora que reflexiono esto, casi me dan ganas de no publicar jaja) "Vamos. Si vas a decir algo, ahora, y más te vale que sea importante, porque estoy muerta de sueño y vos jodiéndome..." O dije algo parecido, al menos. Pero le hablé al juguete. Pensando que era alguna entidad, o algo. Y quizás lo era. Cansada, miré a la oruga, desafiante. "¿Nada?". ¿Tengo que decirlo? No respondió.

Me acosté de nuevo, boca a rriba, me tapé un poco...
"Vamos a prender las armas"
Me quedé. Flipé, como dirían allá en España; flasheé, como decimos acá en Argentina (al menos en Bs. As.).
Tuve miedo, lo admito. Nunca había tenido una premonición tan clara, tan consisa... Y a la vez tan confusa y extraña. O era un fantasma juguetón, o era una premonición, o yo estaba más loca de lo que debería... Y para mí la respuesta era obvia (Por favor, gente... Que me quedé con la segunda, con la premonición, no con la tercera). Lo pensé unos momentos, me quedé atenta a cualquier sonido. Nada raro, nada fuera de lo normal. ¿Qué podría ser? ¿Una guerra próxima? ¿Iban a matarme? ¿A alguien que conociera? ¿Iba a pasar algo siquiera?
En ese momento me sentí una loca. Quizás solo eran cosas mías. La una de la madrugada, con sueño, sin poder dormir, todo a oscuras, sin dejar de pensar en boludeces, sola... Y mi imaginación con rienda suelta. ¡Le había hablado a un juguete!
Cerré los ojos, me acurruqué e intenté dormir. No era nada. Sería una anécdota como cualquier otra. Sentí que me empezaba a dormir, que el sueño me ganaba...
¡Pum! 
¿Es necesario aclarar que ESO fue un disparo? ¡¿Qué me quedé flipando, alucinando, flasheando... con miedo?! Por si acaso lo hago.
No me sentía capaz de dormir.
Repasé la situación al menos seis veces. "Vamos a...", seguido de "Vamos a...", seguido de alentaciones e insultos de mi parte, seguido de me voy a dormir, seguido de "Vamos a prender las armas",  y cinco minutos después un disparo.
Lo tuve que anotar, con un crayón medio roto que tenía a mano, en una hoja no usada de matemáticas, con una letra que solo yo comprendo, a la luz del celular, porque no podía creerlo. El tenerlo anotado —además de permitirme dormir medio en paz —, me demostraría que no fue un sueño, que ocurrió de verdad.
Le di vueltas al tema más de una semana, todavía estaba que no lo superaba.
Todavía le doy vueltas, todavía recuerdo la sensación... Todavía no sé si alguien murió al otro lado de mi barrio. No quise intentar averiguarlo.
Saludos, gente. Ya me cuentan si les pasó algo así alguna vez.

martes, 12 de abril de 2011

De planeaciones malévolas


Bueno, acá estoy. No menos de tres lavados seguidos de cabeza, bien fuerte, mucho tiempo; no menos de una hora bajo la ducha; no menos de media hora cepillándome el cabeza; no menos de 15 centímetros de pelo arrancados.
La hicieron en grande. Un poco de huevo por acá, harina por allá... Pero no se conformaron con eso. Lo clásico, lo convencional nunca es suficiente. Entonces mejor agregarle cosas.
(Conversación ficticia entre D. y N.)
— Boluda, ¿Y si le tiramos orégano?
— Daale...
— Y mostaza. También aceite...
— No, esperá, aceite no, boluda, que después eso le mancha la ropa.
— Ahh, le tiraba lavandina también viste.
— Jaja, no, igual aceite no.
— Está bien. Pero mostaza sí. ¡Uy, boluda, como va a quedar! Jaja, huevo, harina, mostaza, ¡Detergente!
— ¿Detergente?
— Si... Se va a querer morir. Y vinagre. Una botella entera de vinagre. Por su bien, que se traiga una remera, porque sino el uniforme le va a quedar hecho mierda...
— Si...¡Y las zapatillas nuevas! Bueno, que se joda si las trae, porque nosotras le avisamos. Además, para venir al colegio...
— Sí... Yo no aparecía boluda.
— Yo meos. ¿Y le llevamos pañuelos para después? Así al menos puede ver...
— Pero déjala, a la pendeja esta, que pañuelos para la cara, que se cague, que se compre los suyos.
— Jaja, boluda, la vas a matar. (Idea) ¡Podríamos tirarle un huevo a la nuca! ¡Bien fuerte, cosa que le duela!
— Daale... Bueno, mañana llevá todo ehh...

Ya se imaginarán quién era quién. Después creo que se junto J. con ellas, y les dio la idea de que otro de los huevos fuera destinado a mi boca.  Pero bueno, yo que sé. El tema es que concretaron todo eso, y que además la única que me tiraba de todo era D., porque N. se conformó con tirarme el huevo a la nuca y después un par más, y J. se conformó con el huevo a la boca y la cámara de fotos. Claro que, quizás, J. tenía buenas intenciones y creía que el huevo crudo era rico (Incluída la cáscara), y N. se creía que si me dolía el primer huevo, el resto de las cosas no las iba a sentir, y D. ..., bueno, D. solamente quería vengarse de los huevos y la harina de N., tirándome una salsa a mí. No pregunten como pensaba que eso era una venganza contra N., porque yo no lo sé. Pero que se desquitó... Se desquitó.

En fin... "Padre" me preparó unas milanesas de berenjena rellenas (¡Jum! Me comí las tres), con fídeos... Creo... Y repito, creo, que los fídeos eran recalentados. No importa.
Yo no tenía hambre mientras me bañaba — Tres veces, tres veces! Y sin descanso porque ese olor a vinagre... — pero cuando salí, el olorcito de las berenjenas cocinándose me pudo!
Saludos de la familia... A todos los que no respondí los mensajes: O no sabía quiénes eran, o estaba en el cole. Ahora me pongo a responder, pero... Bueno, digamos que sigo sin saber quiénes son. ¡Sean pacientes! Algún día los voy a tener entre mis contactos. A los que me saludaron en persona ya les respondí, jaja.  "Madre" llegó, saludó de nuevo... A las 5.30 me desperté y ella me saludó! 5.30! Ah, y no le digo "Madre" como si fuera vieja o algo, ¡Ojo!, que no se moleste...

La cuestión es que tantos huevazos, mostazazos, oreganazos... (?) ... valió la pena por las magdalenas de N. ... O hubiera valido la pena si no se las hubiera llevado por las prisas. Y me queda todo el día, y toda la noche... Así están las cosas, gente.


Y si nadie adiinó, hoy es mi cumpleaños. Yo no le doy tanta importancia, es un año más, pero bueno... No niego que me divierto.

martes, 5 de abril de 2011

Ser médica... ¿Ser médica? (Y un poco de Sabina)

Esto es algo que me planteé entre que iba y estaba en un concierto de Joaquín Sabina, el sábado por la noche. Dejo el playlist para acompañar la lectura (Son pocos temas, pero algo es algo...)

Découvrez la playlist Sabina avec Joaquín Sabina

  Ser médica... Antes de entrar al concierto el sábado por la noche, me sentía segura, segurísima. Quería estudiar para médica. Total, que la medicina siempre ha estado presente en mis "sueños de vida".

  Desde médica veterinaria - Admítanlo, chicas... Muchas hemos jugado a la veterinaria alguna vez... Que no he de ser la única - hasta una médica común, luego yendo y viniendo entre ambas, sin decidirme: ¿Humanes, o no humanes?; después se me dio lo de psicóloga...

  Psicóloga: Vamos, que entre lo que escucho de los problemas de amigas, familiares y conocides, "Sin decir ni J", y que cuando acaban les planteo las posibilidades de resolver la situación (Dicho sea: Son las mismas que la persona en cuestión planteó antes, pero más desarrolladas), les dicto los pros y contras de cada una, y jamás se enteran de qué les sugiero que hagan... ¡Alá! La psicóloga perfecta.
  Pero luego todo eso de que si te llevas el problema a casa... No me pinta mucho. Que me decidí que no.

  Sugirieron radióloga, por ahí: Pero es que para andar aburrida tengo otras tareas...
  Pediatra: ¡Claro!, me llevo bien con les niñes, pero con todo lo que mi madre ha planteado sobre el tema... No, gracias.

  Está bien, ¿Anestesista, entonces?: Ayudas mucho a gente que está grave, pero sin tener que abrirles la piel y coser los órganos y qué se yo, y además dicen que cobras "un tostón" -que como esto sea poco, me cago en la vida misma, porque qué significará gilipollas entonces -, en fin, que cobras mucho porque es un trabajo muy importante, y preciso. Bien, anestesista, entonces (Y piensa, piensa, piensa; encuéntrale algo malo... ¡Ya está!): Ah, pero ¿Y si me pongo nerviosa y algo sale mal, lo culpable que me voy a sentir? No, no, no, y no. Anestesista no. Además, mi madre que me ha puesto en duda.
- ¿Y estás segura de que te pagan bien? No sé, se me hace como qué... - Anestesista, no.

  ¡Médica cirujana!: He visto un par de series de esas de "E.R.", "Grey's Anatomy", "Private Practice", y se ve que mola. Y mi madre:
- ¿Estás segura, hija? -un tono dudoso que mejor ni hablar -  Hace lo que quieras, pero a mí con todo eso de que abren a la gente, y eso... - Véase, con cara de asco. Y yo:
- Sí, es verdad. Además que si me toca una nena, o un nene, yo la verdad que no voy a poder, te juro que me muero si le pasa algo.
  Y así queda. Cirujana, no. Pero no se crean que no volví al tema varias veces, y siempre es igual: Al principio mola, como en las novelas, pero después da miedo: "¿Y si me toca una nena, o (...)? Lo dicho.

  Algo que dijo alguna profesora se me quedó grabado. Había dicho, que para ser médica especialista -en ese caso hablaba de médica forense, pero a mí los muertos... Asco no, pero lo dicho, si me toca una nena... -, primero había que recibirse de médica. Siete años de carrera. Después le que quería, podía especializarse, eso era cosa de dos o tres años creo. Y ayer encontré la solución, entonces: Médica. Y luego decidía en qué especializarme, o no. Y fantaseaba camino al concierto -si, fantaseaba como idiota, pero eso no importa -: Que total, solo queda ver qué curso de computación hago este año, o el siguiente, que solo un año duran y me da salida laboral, porque siete años trabajando de mesera, o de cajera, o algo así, a mí no me va. Además necesito ahorros, y cuanto más gane mejor, y -esto no lo pensé en el momento, pero ahora... - de peloquera ni en pedo. Ya demasiados en la familia, y a mí no me gusta. Pero voy a recibirme de médica, eso sí. Luego me arreglo.

  Entonces así quedé. Hasta el show. Que escuchando uno de los temas -de esos que mencionan a España y sus ciudades, por no hablar del tono gallego de Joaquín -se me pasaron varias ideas por la mente, algunas respecto a esto.
  Porque yo quiero visitar España algún día -si es todo el mundo, mejor que mejor, pero con España me basta y sobra - y, ¿Cómo estar segura de lograr coincidir vacaciones del trabajo y de la facultad/universidad? ¿Y de qué tendré dinero suficiente? No pienso esperar siete años o más, a partir del inicio de estudios terciarios. Si pudiera iría ya, pero no. ¿Y si espero a graduarme, no tendré que esperar a tener un trabajo fijo para marchar? Y a tener vacaciones. ¿Y si me toca que no gano mucho? ¿Qué otro trabajo puede gustarme en el qué paguen mucho, y qué pueda viajar de vacaciones? Y que ocupe poco tiempo... Obvio que ocupa tiempo. Aunque si no ocupara, tanto mejor...

  En fin, que quedé en la nada absoluta. No tengo idea de qué puta carrera voy a seguir, o de qué mierda recibirme, pero no importa. Que viajo a España, viajo a España. Y que fui a un concierto de Sabina, eso sí que importa.

sábado, 2 de abril de 2011

Guerra de Malvinas

Tenía pensado hacer posts días por medio, pero hoy es un día especial.
2 de abril. Es probable que en muchos lugares esta fecha no sea famosa, no haga llorar a los mayores. Aquí, en Argentina, esta fecha es incluso mágica. ¿Mágica? Sí. La magia se refiere a tener poder, a ser capaz, y esta fecha es capaz de hacer llorar aún a la persona adulta más inexpresiva. Les chiques no tienen mucha idea de esto. A quién no lo vivió, le parece una especie de ensoñación, un mundo a parte.
Ayer, viernes, hubo un acto. Debo admitir que no me di cuenta sino hasta el momento mismo del acto, que estabamos a un día de esta fecha. Que no me emocionaba pensar que tantos combatientes hayan muerto en las guerras de las Malvinas. Que ni siquiera me interesaba el tema. Incluso, no escuché las primeras palabras casi, estaba ocupada en mis cosas. Luego vino el momento de la poesía, - Siempre, una poesía, leída por algune profesor o alumne, hace presencia en los actos -  y me dejé llevar por las palabras. Las escuché atentamente. La leía un profesor de literatura, uno de los más queridos en el curso, quizás eso me ayudó a dejarme llevar. En la última línea, la voz se le cortó. No lo llegué a ver debido a la multitud, pero estoy segura de que lloró. Eso es lo que me hizo pensarlo. El hecho de la empatía misma. Los recuerdos ajenos, la emoción, la tristeza. El que una persona adulta llore en público. El que el sentimiento sea real.
Lo pensé mucho en verdad. Nunca me agradó la fecha por el simple tema de la guerra. No me agrada la guerra, u homenajear a quiénes combatieron... Pero combatieron por una causa que defendían. Ni siquiera estaban preparados. Ni siquiera ganarían.
En fin, supongo que este es mi pequeño homenaje a esos combatientes, a sus familias, a sus amigues... Y a todes. Les dejo un poema para terminar con el asunto:
Abril bajo la cruz del sur
Abril es difícil si uno es argentino... si uno es argentino y consciente. Tal vez cualquier ciudadano inglés no tiene la menor afección al respecto: una guerra del siglo pasado, que vencieron con un ejército entrenado, en islas lejanas y desconocidas.
Mejor es gritar un gol de Tévez.
Para nosotros es imborrable, la neblina espesa, el dolor rojo punzó, la cara desorientada de tantos adolescentes en el frente de batalla.
Blancas son esas cruces, como frío el metas de las armas y cálido el recuerdo de los que no volvieron de Malvinas.
 Ana Callegaris

viernes, 1 de abril de 2011

Cuento impensable.

    Es una extraña más, en un mundo de extrañes absolutes.
    No deja de pensar: Nadie conoce a nadie, aunque muches creen que lo hacen. Ni siquiera elles mismes se conocen. Ni siquiera sus parientes, sus amigues, conocides... Nadie.
    Todes son extrañes.
    Y una se cree única, porque sabe la verdad. Y cree que es la única que desconfía de todo, que es la única que sabe que nadie es como parece.
    Pero no es así. Hay que admitirlo.
    En un principio, una cree que es la única que ha empezado a cambiar, a despertar, que conoce ciertas cosas, que sabe... sabe. Luego cae en la cuenta de que puede haber cierta cantidad de gente que piensa como ella. Que se da cuenta de las cosas. Muy poca gente, en verdad. Pero en seguida, apenas esto deducido, vuelve a pensar.Y piensa. Y no son cientos, sino miles, sino millones de personas, las que son como ella. Sino todo el mundo. Sino, en otros planetas. Le resulta sorpresivo. Le resulta obvio. Le resulta... que todas las personas mienten, todo el tiempo.
    Nota, que hay tantas personas que piensan lo mismo que ella, como granos de arena en una playa. Como gotas de agua en el mar. Como estrellas en el universo. Como árboles en el mundo. Y, de no creer, pero no son cada vez menos árboles en el mundo. Son cada vez más. Para ella, el tiempo no avanza, retrocede. Para todos, el tiempo va hacia atrás.
   Ella aprende que, aunque todes se crean distintes, en el fondo son iguales; que, aunque crea no seguir a la masa, eso es exacto lo que hace; ¿Remar contra la corriente? No existe una corriente. Todes siguen distintos caminos, intentando llegar al mismo fin. Siempre hay alguien que toma el mismo camino que una.
   Se da cuenta, que - no así como les lobes que siguen a la manada - una sigue sus propios pensamientos, sus propias acciones... Y las acciones suyas, las que ella realiza, son las mismas que las que realiza una cantidad importante de gente. Asi sus pensamientos.
   ¿No se entiente? Que somos nadie.
   - ¿Por qué somos nadie? - Le preguntará un lector, una oyente, ya incluso quién habla.
   Y ella responderá: - Porque somos iguales. Porque lo que hacemos es lo que hace el resto. Porque pensamos lo que piensa el resto. Porque, a pesar de esto, seguimos creyéndonos úniques. Por esto somos nadie.
    Pero es que has de entender, - Continúa - somos nadie, porque no somos alguien. No tenemos pensamientos propios, no tenemos nada que hayamos creado por nuestra cuenta. Que el hombre - por no decir la mujer; que aunque hubiera sido una mujer, decir mujer en referencia a la humanidad... Mal visto en sociedad machista - ha creado por su cuenta las herramientas, y las tecnologías, y cientos de etcéteras, son puras patrañas. Porque todo lo ha visto ya, y ha copiado mecanismos, si no eran de la naturaleza misma, de une (Mal llamado) invento, copia de ella de todas formas y, sino, de un invento aún precesor, que era copia de otro, copia de otro que no era más que un intento de usar los mecanismos naturales en beneficio de la mujer - Y sí, que si vuelve a decir hombre dirán que es machista - y que al fin y al cabo la originalidad se les ha ido a la mierda, por las tuberías, hacia el carajo mismo. Y dicen que ser alguien es ser original, entonces no somos nadie. No es un pensamiento incoherente, no.
    Y la lectora, así el oyente, así mismo quién habla, quién escribe, volverá a preguntar, insatisfeche con esa respuesta que si no certera es confusa, que si explica algo lo hace bien entre líneas, y que ha perdido a esta persona apenas se menciona el machismo, y que no dice mujer, y que se ha perdido y punto. Entonces cuestiona, porque no se puede recibir una respuesta y luego no volver a cuestionar, porque siempre (Siempre) alguna duda queda:- ¿Pero y el teléfono, la Internet, la música?
    Ella evita reír, pero se le escapa una sonrisilla:- ¡Pero es que lo único que podría ser original es la música! Y ni siquiera. El teléfono, se inventó luego del telégrafo, es una mejora, una copia, mejorada, pero una copia al fin y al cabo. Y la Internet copia de esto, que era para comunicarse, aunque casi ni se haga. Y la música, es el sentimiento expresado. Pues bien, el sentimiento es original, pero no se lo creó la raza humana, que se lo implantó la naturaleza al ser humano, que es muy distinto. Y no somos los úniques que tienen sentimientos, o crean música, ¿Acaso les canes no aullan cuando están solitaries, cuando están temerosos, cuándo están tristes? ¿Y les pájaros no crean melodías hermosas, que bien podrían basarse, en parte, en sus sentimientos? Incluso les peces, ese sonidillo en sus aletas cuando se asustan e intentan escapar, no podría considerarse música? Y elles tampoco son originales, porque ya venían con la predispocisión. Y nosotres también.
    Y el interrogante queda vigente. Porque aún hay algo que se escapa, que va tan rápido que nadie lo atrapa, que ha quedado atrapado en la punta de la lengua. Pero a olvidarlo por un momento, que luego quizás vuelva. Pero ha quedado algo raro en lo dicho.
    Entonces, nuevamente, el lector, la oyente, quién habla o quién traduce vuelve a interrogar, buscando comprender el significado de esa creciene risa, de ese hilo de pensamientos, de esa forma de expresarse.
   Y dice:- Y si dejamos de lado este tema, solo por un momento... ¿Puedes contar por qué dices la "e" dónde va la "a" o la "o"? ¿Por qué omites el género, a tal punto que cuesta entender lo que intentas decir?
   Su sonrisa ya no es de burla, es de complacencia. No ha llegado a donde le apetecía, pero la conversación ha tomado un rumbo favorecedor. O quizás no. Porque se sabe explicar a sí misma, pero no a les demás. No es lo mismo pensarlo por covicción que con conciencia, buscando cada palabra necesaria, cada significado con una palabra, con una frase. Traducir el pensamiento primario en pensamiento secundario. Y expresarlo a otre, es aún peor, aunque ese otre sea ella misma.
    Pero se intenta explicar, la sonrisa borrádose del rostro:- Porque al decir 'les' en lugar de 'los', o 'las', estoy usando palabras verdaderamente generales, no como decir 'los' cuando se habla de todes, - Y nótese, que dijo "'los', o 'las'" como pudo haber dicho "'las', o 'los'" - porque es igual e injusto. Está igual de mal quedecir 'feminista' cuando se habla de igualdad. Esta etimológicamente mal, debería ser algo así como "igualista", además, ¿Qué hacemos si la sociedad toma un rumbo inesperado, y se considera que la hembra es mejor que el macho? ¿Feminista sería quién discrimina, y machista quién cree que somos todes iguales? Es totalmente absurdo.
    Y ahí va otra pregunta, porque queda la duda pendiente:- ¿Y hay que cambiar todo el vocabulario para que éste no sea "machista"?
    Pero ella se resigna, no quiere responder. No le interesa seguir explicándose, no le interesa responder a miles de preguntas que dan lugar a nuevas.
    Entonces, le lectore, le oyente, mismo quién habla, hace una última pregunta, segure de que no le seguirá ninguna otra: Volviendo a lo que se había dicho en un principio, podríamos decir que, a pesar de ser iguales, esto significa que no estamos solos. Eso es bueno, sin duda.
    Ella asiente, pensativa, pero sus pensamientos son tristes y opuestos. Le dedica una última sonrisa que sugiere ser un sí, una sonrisa que preende ser mentira creída.
    Y luego murmura lo que piensa, que si no lo dice la idea se le va, que igual le otre no la va a escuchar:- No estamos soles, es cierto, y eso es a lo que más temo. Mientras no nos alejemos del resto al menos un poco, no habrá forma de forjar nuestro camino propio, de volver a ser alguien, si es que alguna vez lo fuimos.

lunes, 28 de marzo de 2011

Hipócritamente Humana

Bueno, estrenando un nuevo blog, que intentaré mantener con el tiempo... Cosa díficil, pero no imposible.
En realidad había tenido blogs antes... Duraban poco y nada. Pero trataré de que este perdure.
La idea es compartir un poco de todo, lo que siento, lo que vivo, lo que me gusta y lo que no, compartir opiniones, gustos... Quizás enseñar algunas cosillas y, ¿Por qué no? Aprender yo unas nuevas.
No hay mucho que contar de mí, no de momento... (Traducción: Hay mucho que contar, pero "De momento" no tengo ganas), pero con el tiempo nos iremos conociendo.
Sobre el título (Que es el nombre del blog, que eso se notó, ¿No?): Nada, pues lo que sentí al momento de crear el blog, lo que siento a menudo - Y vaya, ya les cuento algo de mí - es exactamente eso, me siento Hipócrita. Sí, con mayúscula, porque merece ir por mayúscula. La parte de humana no me la creo mucho, pero bueno. Igual me gustaba como quedaba.
Creo que dije todo. O será que empezó la novela y me la estoy perdiendo. No importa.
Bienvenides al blog, que espero actualizar seguido, y que lo disfruten.
Buon appetito.