"Creo que creo en lo que creo que no creo. Y creo que no creo en lo que creo que creo" Vicente Huidobro

sábado, 2 de abril de 2011

Guerra de Malvinas

Tenía pensado hacer posts días por medio, pero hoy es un día especial.
2 de abril. Es probable que en muchos lugares esta fecha no sea famosa, no haga llorar a los mayores. Aquí, en Argentina, esta fecha es incluso mágica. ¿Mágica? Sí. La magia se refiere a tener poder, a ser capaz, y esta fecha es capaz de hacer llorar aún a la persona adulta más inexpresiva. Les chiques no tienen mucha idea de esto. A quién no lo vivió, le parece una especie de ensoñación, un mundo a parte.
Ayer, viernes, hubo un acto. Debo admitir que no me di cuenta sino hasta el momento mismo del acto, que estabamos a un día de esta fecha. Que no me emocionaba pensar que tantos combatientes hayan muerto en las guerras de las Malvinas. Que ni siquiera me interesaba el tema. Incluso, no escuché las primeras palabras casi, estaba ocupada en mis cosas. Luego vino el momento de la poesía, - Siempre, una poesía, leída por algune profesor o alumne, hace presencia en los actos -  y me dejé llevar por las palabras. Las escuché atentamente. La leía un profesor de literatura, uno de los más queridos en el curso, quizás eso me ayudó a dejarme llevar. En la última línea, la voz se le cortó. No lo llegué a ver debido a la multitud, pero estoy segura de que lloró. Eso es lo que me hizo pensarlo. El hecho de la empatía misma. Los recuerdos ajenos, la emoción, la tristeza. El que una persona adulta llore en público. El que el sentimiento sea real.
Lo pensé mucho en verdad. Nunca me agradó la fecha por el simple tema de la guerra. No me agrada la guerra, u homenajear a quiénes combatieron... Pero combatieron por una causa que defendían. Ni siquiera estaban preparados. Ni siquiera ganarían.
En fin, supongo que este es mi pequeño homenaje a esos combatientes, a sus familias, a sus amigues... Y a todes. Les dejo un poema para terminar con el asunto:
Abril bajo la cruz del sur
Abril es difícil si uno es argentino... si uno es argentino y consciente. Tal vez cualquier ciudadano inglés no tiene la menor afección al respecto: una guerra del siglo pasado, que vencieron con un ejército entrenado, en islas lejanas y desconocidas.
Mejor es gritar un gol de Tévez.
Para nosotros es imborrable, la neblina espesa, el dolor rojo punzó, la cara desorientada de tantos adolescentes en el frente de batalla.
Blancas son esas cruces, como frío el metas de las armas y cálido el recuerdo de los que no volvieron de Malvinas.
 Ana Callegaris

No hay comentarios: