"Creo que creo en lo que creo que no creo. Y creo que no creo en lo que creo que creo" Vicente Huidobro

lunes, 25 de julio de 2011

Lluvia, bendita lluvia.

Bueno, antes de empezar, para los que no saben en este mismo momento (quizás hace unos minutos, hace unas ohras, o hace unos días) está lloviendo en ciudad hipócrita, dentro de Buenos Aires. Estamos en pleno invierno, vacaciones de invierno, y está lloviendo como si fuera verano. Una de esas increíbles lluvias veraniegas, donde el cielo está claro, y se siente un rico sabor en el aire, y un aroma a humedad que me devuelve a los recuerdos de mi infancia.
Siempre me encantó la lluvia. Desde la más fuerte, oscura y fría hasta la llovizna más leve, cálida y clara. Esta, por supuesto, no sería la excepción.
Es una de esas lluvias que te hacen recordar, una de esas con las que decís: Si fue en una lluvia como esta que me escondí bajo mi cama inflable en la pileta, en una lluvia como esta jugamos a que estábamos en el océano, en una lluvia como esta me quedé más de 10 minutos bailando, cantando bajo el cielo claro. Con ese olor a verano... con esa sensación de que el tiempo pasa.
Y viene la nostalgia. Porque una no está igual ahora ue hace dos años, que hace cinco, que hace diez... Siempre se cambia. Constantemente. Las cosas no son las mismas a medida que se pierde la inocencia. A medida que una crece, vamos. Un día todo es "color de rosas" como dicen por ahí... Pero luego se descubren cosas... Y se empieza a pensar. No es que antes no se pensara. Pero los pensamientos eran más inconscientes, menos filosóficos (y lo digo yo, que cuestionaba todo con una especie de filosofía interna...), más inocentes. Y las cosas, las cosas maravillaban más. Y hay quien dice que antes todo era mejor, la economía, el sistema, el gobierno (¿El gobierno? Por ese lado sí que estoy perdida...), la educación. Que los chicos estaban más controlados, que las calles eran más seguras. Yo no sé si sea así. Hay quién dice, que estamos involucionando. Bueno, yo no estoy segura de que lado estoy. Creo que soy el punto intermedio. Hay quienes evolucionan, así como hay personas que involucionan. Cada una a su manera, a su ritmo, levántandose o no tras una caída, tras un tropezón.
Pero a lo que iba. lo que hace una simple lluvia. Lluvia de verano en pleno invierno. Será raro. Muy raro. Pero a mí me hizo bien.

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